Siempre se ha dicho eso de que cuando uno actúa en las tablas de un teatro es como si se desnudase por completo ante el público. La propia esencia de la actuación es despojarnos de nosotros mismos, olvidarnos de nuestros límites, de nuestras cargas, para poder meternos en la piel del personaje. Alguien que sea completamente diferente a nosotros. Alguien que nos haga entender otra forma de hacer las cosas, de pensar, de actuar. Dentro de la actuación hay mucho de fuerza, pero también de vulnerabilidad, al quitarnos de encima lo que somos. Uno debe ahondar en sus propias emociones para conectar con el papel que interpreta, y a veces esto puede ser especialmente duro. De hecho, hay actores que tienen que realizar un fuerte trabajo psicológico después de un papel especialmente duro, para no quedarse con todo lo que llevan dentro. Hay muchos miedos a la hora de salir a un escenario, desde la posibilidad de olvidar el texto al temor a un fallo en el atrezo.
Pero la desnudez literal, la que nos hace salir sin nada de ropa ante el público, es algo cada vez más habitual en el teatro. Como recurso alegórico, como simple representación de una escena cotidiana, el desnudo teatral está hoy a la orden del día, aunque no es algo realmente novedoso. Ya en los tiempos de las tragicomediasgriegas los actores aparecían semidesnudos o directamente como Dios los trajo al mundo en las representaciones. Porque el culto al cuerpo, y por tanto, al desnudo, era mucho más habitual en aquella época, y eso se notaba también en el teatro. Hoy, el desnudo está casi siempre enraizado con la idea de lo sexual, de lo morboso, cuando no tiene por qué ser así forzosamente. La sociedad está cada vez más sexualizada y hay muchos productos culturales que han aprovechado precisamente los desnudos para atraer la atención de los espectadores. En el teatro actual, el desnudo puede ser un símbolo de transgresión, o también puede ser un simple gesto cotidiano, como el de besar a alguien en público. En este artículo vamos a ahondar en la trayectoria de los desnudos teatrales, para entender mucho mejor cómo hemos llegado hasta aquí.
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