Salir a las tablas de un teatro y exponernos a través de nuestro personaje ante todo el público es una sensación indescriptible. Un subidón de adrenalina que se vuelve casi adictivo, un veneno que nunca abandona a aquellos que realmente disfrutan de la actuación. La fama y la popularidad, sin embargo, llegan a través de otros papeles, en cine y televisión. Salir en las pantallas de todo el país, estar en las marquesinas de las paradas y los grandes anuncios… Muchas son las que lo intentan, y solo unas pocas llegan a convertirse en estrellas. Hace falta mucho más que talento para llegar tan lejos, y eso es algo que cualquier actriz aprende muy pronto. La suerte juega un papel fundamental, así como los contactos. El físico también es importante en nuestra profesión, indudablemente. Y por supuesto, el tener la valentía de tomar buenas decisiones en el momento correcto.
No es difícil nombrar a muchos actores y actrices que quedaron relegados al olvido por sus malas decisiones a la hora de escoger papeles. Algunos de ellos podrían haber llegado a ser estrellas, pero su falta de valentía, o su nulo conocimiento de la industria, les llevó al ostracismo. Otros, sin embargo, sí que escogieron un papel pensando en que iban a ser estrellas… y terminaron estrellados. Se trata de saber ponderar realmente lo que ese papel nos ofrece, tanto artísticamente como comercialmente. Y es que a estas alturas resulta obvio, pero para dedicarnos profesionalmente a la actuación hay que trabajar. Y el laburo te lo dan las series de televisión, las películas, los grandes proyectos, los que te hacen conocido o conocida. Y si tienes que arriesgar y hacer un papel complejo y delicado para obtener un buen rol, para eso estamos aquí. Hay actrices, por ejemplo, que se niegan a desnudarse ante la cámara, tener escenas de sexo o incluso interpretar ciertos papeles, como el de prostituta. Hay algo en este rol que todavía está mal visto por casi toda la sociedad, y puede ser una sentencia de muerte para una carrera prometedora… o justo lo contrario.
La prostitución en el cine y el teatro
Las historias sobre prostitutas se vienen dando en el teatro desde hace siglos. De hecho, en la Grecia Clásica ya aparecían en algunas obras estas mujeres que ofrecían sus encantos a cambio de dinero u otros beneficios. El teatro sigue estando pegado hoy en día a la actualidad, y la prostitución es un tema recurrente para mostrar nuestro mundo tal y como es. La obra Prostitución, estrenada hace unos años en España, se convirtió en un éxito al dar por primera vez voz a las propias prostitutas. Una obra que mezcla realidad y ficción, música y testimonios, comedia y drama. La vida misma de muchas prostitutas, en definitiva.
El cine y la televisión han sido, eso sí, los medios donde este papel se ha visto más veces reflejado. Películas como Irma La Dulce ya colocaron a la prostituta en una posición edulcorada, como una chica ingenua y bondadosa que se ve “arrastrada” a este trabajo. El estreno de la popular cinta Pretty Woman en 1990 fue un punto de inflexión para este tipo de papeles. Julia Roberts dotó a su personaje de escort de un encanto muy especial, y fue una de las primeras en atreverse con un papel tan arriesgado. Antes, otras como Jodie Foster habían sido aún más valientes, poniéndose en la piel de prostitutas adolescentes. La mayoría de estos papeles muestran a las chicas a través de un prisma poco realista, pero también están las que sacan toda la crudeza de la situación, como Salma Hayek en El Callejón de los Milagros o Charlize Therón en Monster, papel que incluso le dio un Oscar.
Una realidad dramática y compleja
Los referentes ya los tenemos. Desde finales del siglo pasado, las actrices han roto con los tabúes y han tomado la determinación de escoger papeles como prostitutas, incluso a riesgo del qué dirán. Algunas tiraban más hacia la comedia, otras hacia el drama. Pero es cierto que esta última visión es mucho más realista y habitual, porque el mundo de la prostitución no es de color de rosa. Dependerá del proyecto y del tipo de obra que se haga, pero por supuesto, el papel de la prostituta puede ser uno de los más complejos a interpretar. Debes mostrar no solo el dolor de una situación compleja, sino también la fuerza y la entereza que te permite salir adelante. Cada vez son más las películas que tratan de mostrar esa visión realista y cruda de la prostitución, lo que hace que estos papeles sean más difíciles, pero también más interesantes.
Consejos para hacer un buen papel
¿Cómo encara una actriz el rol de prostituta? Cuando le preguntaban a Julia Roberts, aseguraba que se centró más en la personalidad de Vivian que en su trabajo. Para ella, el hecho de que Vivian fuera prostituta era algo secundario. Evidentemente, la película gira en torno a sus servicios como tal para el personaje de Richard Gere. Pero es cierto que lo que define a Vivian al final no es que sea prostituta, sino que tiene sueños, metas, ambiciones, buen corazón… Antes de prostituta, tu personaje será una mujer que ha tenido que pasar por mucho en su vida, seguramente. Indaga en su pasado, en la raíz del personaje, en cómo se convierte en lo que es en el momento de interpretarla.
Enfocar el papel sin atender al sexo puede ser también un problema. Si interpretas a una prostituta, el sexo será posiblemente importante en la trama. Debes entender el punto de vista de la chica, tal vez hastiada, cansada de tanto sexo fútil. Sin esperanzas en el amor, o precisamente buscando a alguien que de verdad la ame, y no quiera estar solo un rato con ella. La documentación para la preparación del personaje es hoy por hoy más fácil que nunca, gracias a Internet y a todas las opciones que tenemos a mano. Existen libros enteros tratando sobre la problemática de la prostitución, documentales, otras películas… Por supuesto, siempre quedará la alternativa de acudir a la fuente original y hablar con estas chicas, que suelen mostrarse abiertas cuando vas con respeto.
Los tabúes, nuestros mayores enemigos
Esto no es algo que tenga que ver solo con coger un papel como prostituta, sino con cualquier cosa que nos impida desarrollar nuestra interpretación. Si has pasado por una escuela de actores, o simplemente por un pequeño grupo de teatro, sabrás de la importancia de dejarse llevar. Tener tabúes solo te va a limitar a la hora de sacar todo tu potencial actoral. Habrá papeles que te gusten más o menos, roles en los que encajes mejor o peor. Pero lo que nunca debería pasar es que un tabú te impida acceder a ese papel con el que siempre soñaste. El rol de prostituta puede tener desnudos y escenas de cama, es algo que debes entender, porque en este caso los guiones sí que lo justifican. Si pones la barrera ahí, en este tipo de escenas, tal vez no estés del todo preparada para ser actriz, o te cueste más llegar a serlo. Piensa en todo lo que puedes atreverte a hacer y no te impongas límites.